miércoles, 26 de septiembre de 2012

EL VIEJO OFICIO DE VENDEDOR AMBULANTE

Con la situación económica tan crítica que viven muchas familias aquí en España empiezan a reactivarse labores que estaban en el olvido, por ejemplo los técnicos reparadores de electrodomésticos. Ya todos  tirábamos los electrodomésticos que se averiaban ,ahora miramos la opción de repararlos aunque aún cuesta mucho la mano de obra y a veces sea más económico comprarlo nuevo que es el propósito del fabricante, pero las circunstancias nos vuelven recursivos o como dicen aquí  "manitas". Yo  veo que el cambio es lento, pero la situación extrema obliga a buscar alternativas.
En mi Colombia querida y como consecuencia de los conflictos sociales entre ellos el desplazamiento forzado las grandes ciudades tienen problemas muy serios de desempleo, mendicidad y de vendedores ambulantes, así que en cada semáforo o esquina encontraras un vendedor o un mendigo. y que te venden de todo, de todo frutas de temporada, tarjetas de llamadas, dulces,etc.Te venden un número de circo que va desde malabarismo, contorsionistas, traga fuego y muchos mas, durante el tiempo que el semáforo te detiene y hay tiempo para recoger la colaboración que los ocupantes del vehículo consideren pertinente.

También se han inventado trabajos, por ejemplo el limpiador de lunas o el calibrador de aire de las llantas(con un palo golpean las cuatro llantas e informan al conductor si están bien a cambio de la moneda .) Hay  por toda la ciudad  controladores de ruta. que llevan un cuaderno donde escriben hora y minutos de determinadas rutas y las comunican al conductor quien según su valoración aporta una moneda. También se ve mucho a mujeres con niños muy pequeños mendigando y muchos seguimientos y denuncias han destapado en ocasiones que alquilan los niños para tal labor. Muchas de estas actividades son muy lucrativas por que consiguen un salario muy superior al mínimo incluso hasta lo duplican y triplican , laboran solo unas horas y unos días específicos, pero bueno este no es el principal propósito con mi escrito.

En los barrios son muchisimos los vendedores ambulantes sobre todo de frutas y verduras de temporada, de tamales, una y mil cosas mas. Transportan la mercancía en canecas,canastos,palos con la mercancía insertada en ellos(melcochas, manzanas caramelizadas o algodón de azúcar), bicicletas con canastas,platones, carretas, carretillas, carros o camiones.
Hace unos años empezaron a vender ensaladas. Compras una ensalada rusa o la ensalada de zanahoria y remolacha o construyes tu ensalada con los productos que tiene el vendedor, que lechuga, que tomate,cebolla,pepino, zanahoria, etc con vinagreta. Los precios son muy comodos (500,1000 o 1500)

Hay una canción que dice: "Si quieres conocer al pueblo colombiano subete en un bus del servicio urbano"
y efectivamente en este medio de transporte te ofrecen desde un cepillo de dientes, un purgante, maní, dulces, bolígrafos, lápices,etc, también te ofrecen conciertos que por cierto algunos son muy buenos, es un poco molesto, pero preferible esta situación y no la delincuencia.Si no encuentran trabajo el rebusque es la mejor alternativa.
La labor de los vendedores ambulantes en todo lado es ilegal  y los gobiernos siempre están persiguiéndolos  desalojandolos y quitándoles la mercancía. Siempre he pensado que es un error por que la calle se ve muy bien despejada pero yo la prefiero con vendedores por que así la gente no se ve forzada a delinquir para sobrevivir, es mi humilde opinión.

Durante los 6 años que llevo aquí en este lejano y tranquilo pueblo catalán he escuchado un sonido que me transporta a mi niñez y que muy ocasionalmente sentía. Era esa dulzaina del afilador de cuchillos, últimamente empecé a escuchar también un carro con megáfono que recoge chatarra y me parece que la situación esta haciendo que vuelvan a hacer labores que se estaban olvidando y quizá volvamos a ver personajes que nuestros niños no conocen como el zapatero remendón, la modista, el sobandero, el reparador y vendedor de piezas de olla a presión, el reparador de sombrillas y paraguas, el vendedor de conos o de ponches.
De mi niñez recuerdo mucho al afilador de cuchillos y tijeras y lo recuerdo especialmente por el sonido de la dulzaina o flauta de pan. Un sonido muy particular y pocas veces escuchado, pero que se te queda en la memoria.
El reparador de sombrillas o paraguas
Te dejaba como nueva la sombrilla o paraguas ,cambiaba todas las varillas estropeadas, arreglaba el soporte.
El reparador de estufas a gasolina.
Que reparaban y vendían los repuestos que iban desde empaques, tubo, churrusco aguja, fisto, tanque, parrillas, fogones, etc.había talleres en los barrios, pero me estoy centrando en la labor del personaje que iba de puerta a puerta.



EL REPARADOR DE OLLA ESPRESS
Te ofrecía el servicio de venta y reparación de tu olla y entre los productos que ofrecía estaban el caucho de la tapa, el empaque de protección de caucho o metálico,la manija superior o inferior. De la manija la cubierta(metálica o plástica)

El reparador de ollas de peltre
este personaje mítico llevaba consigo un soplete un cuatín y un pedacito de latón generalmente de una olla y con ellos soldaba los huecos que se hacían en las ollas. recuerdo que de forma casera y provisional las soldábamos con jabón rey o plástico derretido. El reparador te cambiaba hasta el asiento de la olla  todo con soldadura , latón (para esta labor utilizaba la tapa de una olla )y martillo.

Zapatero remendón
Aquí donde estoy no he visto la primer zapatería o taller de reparación. Allí donde yo vivía había varios talleres de reparación de calzado pero recuerdo especialmente a esos zapateros que iban por los barrios ofreciendo sus servicios puerta a puerta. Llevaban consigo todo lo indispensable para arreglar calzado en especial recuerdo que cambiaban las tapas.

Repartidor de pan

En los barrios las panaderías contaban con personas encargadas de surtir las tiendas y para esa labor usaban bicicletas o ellos cargaban grandes canastas a la espalda he iban a las recónditas y lejanas tiendas. De este trabajo conozco a una persona que en ese tiempo era un niño lleno de necesidades y aprovechaba la incomoda labor para coger uno que otro pan.

El repartidor de leche

Por la época en que la leche la vendían en envase de vidrio los lecheros dejaban el pedido en la puerta de las casas.
 Yo recuerdo comprar la leche a un vendedor que iba puerta a puerta con su cantina de leche proveniente de su finca. Muchos años recibí así mi leche cada día, hasta que se volvió un problema por que fue prohibido debido a que esta leche no estaba pasteurizada.


Otros vendedores que recuerdo eran los  de claros(sangre de toro) que llevaban en cantinas o canecas y vendían por botellas. Lo comprabamos y hacíamos papas con claros y era muy delicioso.

El vendedor de mute, arepas campesinas.

Un recuerdo muy especial el vendedor de ponche o de conos con la música de su carrito que hacia que los niños automáticamente saliéramos corriendo a pedir monedas para comprar un cono.

Qué niño y me incluyo no fue víctima del que canjeaba esos perros gigantes de felpa por oro, claro esta esos niños que por el trabajo de los padres estábamos solos todo el día en casa. Estos vendedores llevaban también juegos de loza en porcelana y ollas.

Vendedores de puerta a puerta de toda clase de productos de hogar como lencería,armarios, mesas de planchar, muebles para tv y equipo de sonido y todos los utensilios de cocina, generalmente estas ventas eran a crédito y semanal, quincenal o mensualmente según convenio se realizaban los cobros.

Un trabajo que solo he visto una vez en mi vida es el de despulpador de penca de fique, era un trabajo a contrato y a domicilio. Lo recuerdo por que me causaba curiosidad verlo totalmente cubierto y verde.



Trabajos como el de la modista, el sobandero, la lavandera, el cartero( el que recordamos de bicicleta y maleta con su uniforme particular) han desaparecido o tienden a desaparecer unos por que la tecnología o avances en medicina los desplazaron, pero otros están reviviendo y cobran interés en esta época tan convulsionada.

NOTA: Las imagenes han sido tomadas de internet.

viernes, 14 de septiembre de 2012

EXTREMA POBREZA

En estos días recibí unas papitas criollas que me enviaron de Colombia. Debo confesar que es el alimento que mas extraño en esta lejanía. Así que las disfrute al máximo(en ajiaco, fritas, fritas y más fritas). Ahora que se acabaron desee tener mas para hacer sopa de pasta.

El caso es que cuando hice el ajiaco pele las papas y como estas papas aquí son un tesoro invaluable guarde hasta los pellejos y está acción me hizo retroceder en el tiempo.
Yo tenía de nueve a once años. Estábamos viviendo en una casa lote en el barrio Santa Inés  un lugar que recuerdo como muy bonito. Acostumbrados a vivir en una pieza de inquilinato este lugar era espacioso y para nosotros solos. Recuerdo que la puerta era de madera rustica no tenía ningún tipo de cerrojo así que un gran paral era el seguro, se entraba a un zaguán y terminando este había un patio con una hermosa y gran planta de zarcillo  que siempre, siempre estaba muy floreado(buscando una imagen de la planta encontré que su nombre oficial es la fucsia).
 La casa constaba de un gran local(habitación ) un baño y cocina. Subíamos una pequeña escalera y allí estaba el lavadero y frente a este un rancho en latas con un pequeño muro de ladrillo. El resto de la casa era un gran jardín con por lo menos 4 árboles gigantes, en uno de ellos instalamos un columpio. La casa estaba cercada con latas y como teníamos una perrita cuando estaba en celo los  perros, armaban tremendos tropeles, se colaban por las latas  se agarraban y en la persecución  y huida retumbaban las latas y no dejaban dormir. De esta situación tengo el mas amargo recuerdo mi madre un día decidió ahorcar la perrita que era nuestra mascota. Nunca pero nunca he perdonado a mi madre por esa acción que me Castro de por vida por que soy incapaz de entregar mi amor a un animalito por miedo, si hasta les tengo pánico.
Yo estudiaba en la escuela Santa Inés en cuarto de primaria, mi madre trabajaba todo el día mi hermano mayor y el menor estaban donde mis abuelitos y estábamos aquí mi hermana y mi hermano Pedro que estudiaban por la mañana yo estudiaba por la tarde así que para dar seguridad a la casa tenía que poner la tranca de la puerta y salir por el rancho de lata subiendo por un dentado de ladrillo. Era riesgoso.  Un día resbale y la teja de lata me corto la mano entre el dedo del corazón y la palma de la mano, yo me asuste muchísimo sobretodo cuando vi la herida. Mi mano totalmente blanca sin una gota de sangre una herida profunda que me permitía ver los tendones. Aùn así me fui a la escuela y le mostré a un compañero la herida y este fue de lambon a contarle a la profesora que me hecho alcohol para desinfectar y si no me había dolido hasta ese momento. ¡Ay! Ahí senti que me Escocia hasta el alma , ayayay.  Por nuestra precaria situación no me llevaron al médico por que de seguro me cogerían puntos. Aquí tengo la cicatriz. A veces  olvidamos eventos, pero de cuando en cuando si encontramos la cicatriz recordamos la batalla que nos dejo esa huella( ahora la cicatriz es como de dos centímetros pero cuando me la hice recuerdo que era como de 7 o 8 centímetros).

Un día  mi mami estaba moliendo maíz. A ella siempre le gusto cocinar el maìz peto para hacernos arepas , pero se había perdido el tornillo que fijaba el manubrio del molino y se escacho la manija y mi madre se dio un golpe tenaz en un ojo, nosotros éramos pequeños y mi pobre madrecita se retorcía en el piso de dolor, yo no sabia que hacer y terminamos todos abrazados y llorando, me acuerdo que mi madre se coloco un trozo de carne cruda para que no se negreara.Muchos días estuvo con el ojo negro cualquiera diría que la habían golpeado, pero no. Los accidentes suceden.

Ahora si, el motivo de mi escrito. " Los pellejos de la papa criolla" por aquella época vivimos la crisis económica más cruel que recuerdo. No teníamos para comer. Sacamos los pellejos de papa de la basura  los lavamos muy bien los cocinamos con sal y le pusimos mantequilla. ¡Dios que manjar! Si.  Recuerdo que eran deliciosos. He querido repetir el manjar y si. Tienen buen sabor, pero un sin sabor cuando recuerdo esa etapa de nuestras vidas.


domingo, 2 de septiembre de 2012

LOS SABORES DE MI TIERRITA

Lejos del país se extrañan muchas personas, lugares y cosas en especial los sabores y olores de los alimentos.
Esta semana y gracias a lo que me enviaron pude tener unos días de culinaria bogotana.
Lo que me enviaron fue como un merengue en la puerta de una escuela.
Aprovechando todo al máximo por que las arepas y almojabanas se llenan de moho, la arveja y la papa criolla germinan muy rápido, así que empecé el jueves con un delicioso ajiaco
Acompañada con criollitas. este día a las onces café con leche acompañado de arepita campesina.
el viernes la comida con todos los sabores colombianos. Criollas, bofe, corazón, carne, aguacate, yuca,  papa salada  ají y platanito maduro frito acompañado de una cerveza

 

El sábado un delicioso arroz con arvejas, criollas y bistec. y a la hora de las onces un chocolate sol con queso y arepa campesina.

El domingo repetir ajiaco y hasta aquí llegaron las provisiones, se acabaron pronto pero disfrute de todito no sabes lo bien que se siente saborear una criolla o tomar el ajiaco.
Ahora las golosinas que también se van terminando. Gracias a mi querida suegra y a mi Hija por los alfajores argentinos, a Miry por los coffe deligh, a todos por los bocadillos, dianitas, café de sabor a vainilla o a caramelo y lo que mas me deleito fueron los quesillos rellenos de arequipe o bocadillo.



las almojabanas las acabamos en el camino del aeropuerto a la casa.
La arracacha y mazorca dan un sabor delicioso a la sopita bueno al lado del sabor de la criolla.
La arveja y la mazorca aquí tienen un sabor dulce, a diferencia del sabor de las de mi tierra. por ejemplo los guisantes o arvejas a la única que he encontrado sabor parecido es a los guisantes o pesols negros.
ahora que todo se va acabando desee mas criollas para una sopita de pasta o mas maíz para una mazamorra. ¡Ya está! por lo menos disfrute de unos días de deleite del paladar.
Algún día extrañare los sabores de aquí.